Pruebas complementarias

Pruebas de reproducción asistida en Clínica Mencía

pruebas complementarias

Servicios de ginecología en Salamanca y servicios de ginecología en Plasencia: Reproducción asistida

Cultivo largo de embriones

Con la técnica convencional de FIV-ICSI, la transferencia de embriones se efectúa a los dos o tres días de la extracción de los óvulos ya que no deben estar más tiempo en el mismo medio de cultivo. Con esta técnica, los embriones obtenidos se mantienen durante más días en las incubadoras, y se van cambiando los medios de cultivo. De esta manera sólo los embriones de buena calidad y aptos, seguirán su evolución hasta el estado de blastocisto, y podremos con ello seleccionar el de mayor capacidad implantatoria.

Indicaciones: En casos en los que hemos realizado varias transferencias de embriones de buena calidad, todo parece haber ido bien pero no se ha conseguido el embarazo.

La ventaja de esta técnica es que se trasfiere un menor número de embriones lo que disminuye el riesgo de embarazo múltiple, pero con mayor potencial de desarrollo que aumentará las posibilidades de embarazo. Varios estudios han demostrado que los embriones en estado de blastocisto presentan una mayor posibilidad de implantación que los embriones de 48 a 72 horas.

Transferencia de embriones desvitrificados

Cuando hemos obtenido en un ciclo de FIV/ICSI, un número excesivo de óvulos, y para evitar un Síndrome de Hiperestimulación ovárica, podemos generar embriones y vitrificarlos.
Así evitaremos que la paciente quede gestante y éste Síndrome se produzca o se agrave.
El biólogo valorará la calidad de los embriones, y tan sólo se congelarán los de buena calidad, que se prevean van a ser capaces de superar con éxito el proceso de la congelación-descongelación.

La descongelación de los embriones se llevará a cabo para realizar un ciclo de criotransferencia, (transferencia de embriones descongelados). Esto se realiza una vez superado el síndrome de hiperestimulación ovárica, o cuando no se ha obtenido embarazo después de un ciclo de FIV/ICSI con transferencia embrionaria en fresco, o si se ha conseguido embarazo y se desea tener otro hijo unos años más tarde.
De esta manera, se evita pasar de nuevo por todo el procedimiento completo de otro ciclo de FIV-ICSI, con lo que así se evitan los pinchazos de la medicación diariamente, las ecografías, la punción, la sedación, etc…, lógicamente este procedimiento es mucho más barato que un ciclo completo de FIV-ICSI en fresco.

Los embriones son congelados mediante una técnica llamada vitrificación, es la técnica más novedosa que existe hasta el momento, tiene muy buenas tasas de supervivencia de los embriones El proceso de congelación y descongelación de embriones, consiste en una deshidratación y una posterior rehidratación de los mismos, sin perjuicio de que se puedan perder algunos en el proceso. Los embriones se mantienen en tanques con nitrógeno líquido a -196 ºC debidamente documentados hasta su descongelación.

La estimulación farmacológica de la paciente para un ciclo de criotransferencia requiere un tratamiento menor, de tal manera que sólo tendremos que preparar el útero para la implantación sin necesidad de estimular los ovarios.
Cuando una pareja consigue el número de hijos deseado, los sobrantes puede donarlos a otras parejas.

Si una pareja tiene una esterilidad femenina y masculina puede beneficiarse de ésta adopción embrionaria, y así no tener que recurrir a un ciclo en fresco de donante femenino y masculino. Por supuesto, ésta opción es mucho más económica que un ciclo en fresco.

Hatching asistido

El hatching asistido consiste en realizar un pequeño orificio a la zona pelúcida (la capa o cubierta que rodea el embrión).
Esta técnica fue introducida en 1990 por Cohen y Cols, reportando un importante incremento en la tasa de implantación en pacientes de FIV-ICSI. La ventaja más importante de este procedimiento es facilitar el proceso de implantación del embrión en el útero materno.

La zona pelúcida tiene funciones muy importantes en la fecundación y en la protección del embrión durante su desarrollo. Para que el embrión se implante en la pared uterina, debe emerger y desprenderse de ella.
El proceso de implantación es precedido por el adelgazamiento de la zona pelúcida, lo cual se va haciendo gradualmente, ayudado por sustancias producidas por el embrión.

Los últimos descubrimientos sugieren que los embriones humanos con FIV (Fertilización In Vitro) a veces carecen de la habilidad para adelgazar y desprenderse de su zona pelúcida, y por ende, de implantar.
Por lo tanto se ha diseñado un procedimiento llamado extrusión asistida o Hatching Asistido (HA) en el cual se crea una pequeña abertura (de aproximadamente 20 a 40 micrones) en la zona pelúcida de los embriones, poco antes que el embrión sea transferido al útero.

Indicaciones: Esta técnica puede beneficiar a pacientes que tienen edad avanzada, con altos niveles hormonales de FSH, que tengan embriones altamente fragmentados o con la zona pelúcida engrosada, con varios intentos de Fecundación In Vitro fallidos, o previamente a transferir embriones congelados.

Extracción espermática testicular (TESA)

La azoospermia significa ausencia de espermatozoides en el semen. Esto puede ser de origen obstructivo, es decir, el testículo tiene capacidad de generar espermatozoides, pero no salen al eyaculado (como por ej. tras una vasectomía) o de origen secretor (varones cuyos testículos no producen espermatozoides o los producen de forma focal o marginal).

En estos varones una vez realizado un estudio completo que descarte alteraciones cromosómicas, puede realizarse una biopsia testicular para obtener espermatozoides y utilizarlos para fecundación in vitro, en este caso la técnica que hay que utilizar es el ICSI ya que obtendremos muy pocos espermatozoides en la muestra.

Esto se realiza antes de la estimulación ovárica de la mujer, si hay dudas sobre la obtención de espermatozoides (es el caso de azoospermias de origen testicular) congelando los que se obtengan. Incluso en varones con cifras elevadas de FSH y testículos pequeños es posible obtener en alguna ocasión espermatozoides.

La técnica se realiza con sedación ligera y anestesia local de forma ambulante. Se realiza una pequeña incisión en el testículo y se obtiene una muestra de pulpa testicular que nuestro biólogo analiza para ver si hay espermatozoides. En caso de que hubiera se congela este material. Si en esa primera muestra no aparecen se puede obtener otra muestra del mismo testículo o del otro testículo. Para finalizar se dan unos puntos de material reabsorbible y el paciente se va a casa tras un breve período de recuperación en la propia clínica.

En el postoperatorio se recomienda reposo relativo durante una semana y usar un slip ajustado o suspensorio escrotal. Las complicaciones son raras y de escasa entidad generalmente (infección, hematoma de la herida).