26 de marzo: DÍA MUNDIAL DE LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE CUELLO DE ÚTERO. CLÍNICA MENCÍA INFORMA

Hacer tu REVISIÓN GINECOLÓGICA ANUAL es fundamental para el diagnóstico de alteraciones o enfermedades, si las hubiera, así como, la prevención de éstas.
Mediante la citología ginecológica podrían detectarse lesiones que pueden estar provocadas por el VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (VPH). La mayor parte de los cánceres de cuello de útero (alrededor del 70%) están asociados al VPH. Es un virus muy común que se transmite fácilmente por vía sexual por contacto piel con piel y se calcula que el 70% de los hombres y mujeres entrará en contacto con el virus a lo largo de su vida. Existen más de 100 tipos virales aunque son 15 los tipos que se relacionan con lesiones pre-cancerosas y cánceres de cuello de útero.
La vacunación está recomendada en adolescentes de AMBOS SEXOS y en mujeres de 14 a 26 años, preferentemente antes del inicio de las relaciones sexuales.
El VPH es, actualmente, el segundo agente que provoca cáncer después del tabaco, lo que pone de relieve la importancia de la vacunación para prevenir la infección, especialmente debido a la efectividad de la vacuna. Vacunarse sería más necesario en el caso de los varones ya que, en este grupo, según los expertos, la exposición natural al VPH genera inmunidad solo en el 30 por ciento de los casos, frente al 70 por ciento de inmunidad entre las mujeres.
Aunque la mayoría de los hombres infectados con el virus del papiloma no presenta síntomas, el VPH también puede causar verrugas genitales en los hombres, al igual que en las mujeres. Las verrugas pueden ser únicas o múltiples y tener diversas formas. Pueden aparecer en el pene, en la piel que cubre los testículos (escroto), en la región inguinal, en los glúteos, o en los muslos. Las lesiones pueden presentarse en un tiempo que va desde semanas a meses después del contacto sexual con la persona infectada.
Aunque es recomendable el uso del preservativo para evitar la transmisión del VPH, el virus se localiza en toda el área genital, como escroto, en el caso del varón y en los labios mayores, en el caso de la mujer. De modo que el uso del preservativo no elimina totalmente la posibilidad de infección.
La mujer suele estar más concienciada respecto a la importancia de hacerse una REVISIÓN GINECOLÓGICA ANUAL para el diagnóstico de alteraciones o enfermedades, o como medida de prevención frente a las mismas. Sin embargo, al tratarse el VPH de una enfermedad de transmisión sexual, es un problema de la pareja en su conjunto, es decir, que ambos sexos son responsables del control, tratamiento y prevención del VPH.
Contrariamente, a lo que desde algún sector se ha indicado, los resultados muestran, según los investigadores, que la vacunación no promueve las relaciones sexuales sin protección ya que no se asocia con un incremento en las enfermedades de transmisión sexual. Se puede concluir en que esta vacuna no tiene ninguna relación con prácticas sexuales poco seguras. En Castilla y León la tasa de vacunación supera ya el 80%.
Hay DOS TIPOS DE VACUNAS CONTRA EL VPH: una que previene de cáncer de cuello al proteger frente a los tipos de virus de alto riesgo, y otra que, además de esa acción, previene de verrugas vulvares, perianales, bucales.
En Clínica Mencía, la Dra. de la Torriente, establecerá tu calendario de vacunación si lo estimase adecuado, en función de antecedentes, edad y hábitos sexuales.

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