FECUNDACIÓN IN VITRO+SCREENIG GENÉTICO EMBRIONES

A partir de los 35 años disminuyen las probabilidades de lograr embarazo, lograr llevar a término una gestación y el nacimiento de un hijo sano. Esto se debe a la disminución de la reserva, así como el incremento del porcentaje de óvulos con alteraciones cromosómicas. La fecundación de unos de estos óvulos con carga cromosómica anormal puede provocar abortos, fallos de implantación e incluso una gestación de un feto con alguna anomalía.

También es conocido el bajo éxito reproductivo de la especie humana, comparada con otras especies, y esto es debido al elevado porcentaje de embriones aneuploides (embriones con carga cromosómica anormal) que se generan tras la unión del gameto femenino y el masculino, y que en muchos casos no llegan a implantar, de modo que la mujer no llega a conocer que se ha producido fecundación. Se estima que hasta un 60% de los embriones generados in vitro son aneuploides, la estimulación ovárica también hace aumentar el porcentaje de óvulos con anomalías cromosómicas.

En la actualidad es posible ofrecer la fecundación in vitro (FIV) con DIAGNÓSTICO GENÉTICO PREIMPLANTACIONAL (DGP) para conocer si los embriones, antes de ser transferidos al útero, poseen alguna de las alteraciones cromosómicas más frecuentes, evitando, en muchos casos, abortos y fallos de implantación y aumentando las tasas de éxito de un tratamiento de reproducción asistida. En la actualidad es posible estudiar todos los cromosomas del embrión o hacer un screening con aquellos cromosomas que se sabe dan lugar a las alteraciones más frecuentes.

La fecundación in vitro (FIV) consiste en llevar a cabo la fertilización fuera del cuerpo de la mujer. Para ello, tras un tratamiento de estimulación ovárica, para inducir la ovulación, se lleva a cabo la extracción de los óvulos mediante punción ovárica. Una vez en el laboratorio, los óvulos son fertilizados con los espermatozoides de la pareja o de donante. Tras cultivo en el incubador EmbryoScope, entre el tercer y el quinto día de vida de los embriones, se les realiza una biopsia para obtener una o más células, y conocer de esta forma, si los embriones tienen alguna alteración cromosómica. Tras el DIAGNÓSTICO GENÉTICO se transferirán sólo aquellos embriones que tengan una carga cromosómica normal. De esta forma se consigue aumentar el porcentaje de éxito evitando, en gran medida, abortos y fallos de implantación.

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